CUANDO MEDITAMOS


Cuando meditamos o utilizamos cualquiera de las herramientas espirituales para intentar generar energía por nosotros mismos, necesitamos preguntarnos:
-         ¿Dónde está mi conciencia?
-          ¿Estoy en sintonía con la acción que estoy ejecutando ahora mismo?
-         ¿Estoy pensando y meditando en cómo puedo llegar a otros? 
-         ¿Estamos presentes con nosotros mismos y con las personas a nuestro alrededor, mientras nos movemos en el transcurso del día?
Necesitamos aceptar que nosotros somos los únicos que podemos ocasionar nuestro nivel espiritual. Hacer crecer nuestra conciencia es la única forma de movernos cerca de la Luz. Para elevarnos por encima de las limitaciones del mundo físico, necesitamos escoger actuar de manera proactiva para compartir, aprender y transformar.
Al no avanzar en nuestro trabajo espiritual, al sólo seguir nuestra vida como está y al hacer lo que nuestro ego quiere, creamos un circuito que no está conectado con la Luz.
Y lo que ocurre entonces es que de hecho disminuimos la Luz espiritual en nuestra vida, así que se vuelve cada vez más difícil para nosotros reconocer la negatividad.
Básicamente, lo que necesitamos reconocer es que en cierto nivel, cada uno de nosotros somos puros. Y no me refiero a “puros” en términos de no hacer cosas que están mal. Todos hacemos tales cosas. Es por ello que estamos vivos. Decimos las cosas incorrectas. Comemos las cosas incorrectas. Actuamos de manera equivocada, etc.
Pero nada de esto importa.
Lo que sí importa es que cada uno de nosotros ha sido dotado con una chispa del Creador. Es nuestro trabajo actuar como tales:
-         ser la salvación para alguien que nos necesite
-         ser la voz cariñosa para alguien en apuros
-         ser la sabiduría para el amigo que necesite nuestra ayuda.
 Pero para hacer esto, necesitamos ser un participante activo en nuestra propia vida, así como estar presente para las personas a nuestro alrededor.
Todos somos parte de la Luz. Tú y yo y todos en este mundo estamos conectados en una gran cadena humana, y ser parte de esta cadena es nuestra mayor fortaleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog